Los usuarios de audífonos, especialmente los de alta potencia, los usuarios de implantes cocleares y los usuarios de otros sistemas de amplificación, suelen consultarnos acerca de qué otras opciones tienen ante la tesitura de cambiar periódicamente las pilas de su audífono.
¿No hay otros sistemas? ¿Podrían inventar un sistema de recarga por energía solar, o por energía eólica u otra energía alternativa? ¿Y que además no contamine? ¿Existen pilas recargables, como para los teléfonos móviles?
Sí; existen otros mecanismos alternativos. Pero en general no consiguen triunfar para los audífonos ni los implantes cocleares, porque sus necesidades de energía son diferentes a las del resto de productos. Los aparatos auditivos actuales tienen necesidades mucho más precisas y exigentes que las de otros dispositivos electrónicos que forman parte de nuestras vidas.
Por ejemplo, hay desarrollados sistemas que cargan las baterías por inducción con aplicación en audiología y en cargadores genéricos para aparatos electrónicos. También se han presentado sistemas de recarga de baterías que funcionan apoyados en placas solares. Incluso recientemente la Écolede Technologie Supérieure, de Montreal, ha investigado la posibilidad de aprovechar la energía del movimiento de la mandíbula al masticar y hablar para recargar los audífonos, transformando la energía mecánica de su movimiento en electricidad. Además en las décadas de los 80-90 cuando los audífonos eran aún analógicos, en vez de digitales, se usaban recargadores eléctricos de baterías con mercurio que se conectaban a la red eléctrica de 125 voltios o la de 220 voltios.
Cuando los audífonos se transformaron de analógicos a digitales sus circuitos comenzaron a necesitar unos niveles de exactitud de la tensión eléctrica y carga de las pilas, que hasta entonces no eran tan precisos. Los nuevos circuitos son muchísimo más complejos en su consumo y su tolerancia a las fluctuaciones de energía son muy estrechos. Llegó además la miniaturización; tanto los audífonos como sus pilas son actualmente más pequeños y van dentro del oído en muchos casos.
El tamaño mucho más chico, un voltaje que necesita ser pequeño pero muy estable, y la necesidad de una carga muy equilibrada, son entre otros motivos algunas de las razones. Añadido a esto está el inconveniente de que la minipila que usa un audífono debe alimentar no solo el procesador digital sino también el altavoz, que normalmente es de mucha potencia. Y en los casos de los aparatos auditivos de última generación, tienen además otras funcionalidades avanzadas como la interconectividad entre los dos audífonos (los dos audífonos se informan hablándose entre ellos).
Aun existiendo alternativas que se siguen investigando y desarrollando, cuanto más eficaces queremos los circuitos y más pequeños los deseamos, más complicado se pone el asunto de la pila. Por ello nuestro consejo no puede ser otro: "Ya que no hay más remedio que usarlas, al menos utilicemos la marca más fiable por su calidad y prestaciones. Pilas Rayovac: +Eficiencia +Energía."