La pérdida de audición ocurre por muchas razones. A veces a la pérdida normal que se produce por la edad (igual que en la visión de cerca) se suma algún factor de nuestra vida que la empeora. Por ejemplo esto ocurre con algunos medicamentos, con los ruidos fuertes o con las otitis recurrentes.
Algunos medicamentos (llamados ototóxicos) nos curan otras enfermedades pero traen unidos efectos secundarios, que nadie desearía, pero que están ahí (un ejemplo muy común son algunos antibióticos e incluso la aspirina en según qué personas y qué dosis).
Para estar prevenidos conviene conocer qué tipo de medicamentos pueden afectar más a nuestros oídos. Y, si ya tenemos alguna dificultad para oír, ser muy cuidadosos y hablarlo antes con nuestro médico.
No olvidemos tampoco, que también influyen otros factores como la predisposición familiar: es común que muchos pacientes recuerden tíos, abuelos u otros familiares con problemas de oído.
Si durante nuestra vida laboral hemos trabajado en puestos con mucho ruido, se incrementará nuestro riesgo de tener problemas de audición. Como por ejemplo personas que han trabajado en fábricas e industrias en una época en la que la protección auditiva no eran temas comunes, tienen más probabilidad (torneros, herreros, industria pesada, carpinteros, artilleros, etc).
Pero también las personas que viven en la tranquilidad del campo en un medio rural, tienen muchas probabilidades (especialmente en nuestro país en el que la cacería es una afición muy común , porque la climatología acompaña mucho más que en los países nórdicos). Todos los cazadores conocen el efecto de taponamiento/ensordecimiento tras una mañana de campo y escopeta.
Use siempre protectores de oído en este tipo de actividades. Especialmente para sonidos >85dB y exposiciones prolongadas.
¿Y qué decir de los ruidos dentro de los oídos?¿quién no los ha tenido alguna vez? (tinnitus)
Pero son especialmente importantes cuando son constantes y esos "silbidos" llegan a afectar a nuestra vida cotidiana. Dificultad para dormir, falta de entendimiento en ambientes difíciles (cafeterías, calles con tráfico, etc), imposibilidad de deshacernos del sonido dentro de nuestra cabeza, y otras explicaciones, son comunes también en los pacientes que lo padecen. Siendo de los más sufridos, entre los que tienen problemas de oído, por lo desesperante de la situación continuada durante todo el día.
Otras maneras de prevenir la pérdida de audición:
Si de una forma cotidiana suele tener tapones de cerumen, hable con su médico. Él le aconsejará sobre los medios que puede usar en su hogar para aliviarle esta situación (aceite mineral, aceite de bebé, glicerina, o productos comerciales para ablandar el cerumen seco)
Si piensa que su problema puede estar relacionado con las perforaciones timpánicas, no deje de consultar con su médico, porque puede derivar en complicaciones y pérdida de audición.
Cuide las otitis, especialmente si las padece de forma recurrente. Y evite las complicaciones en las vías respiratorias. Vigile la gripe y vacúnese cada año que pueda.
Recuerde: ¡Prevenir, mejor que curar!
