Funciona conectando el micrófono a un sistema de amplificación que pasa la señal a un cable que rodea el área dentro de la cual se sitúan los asientos de las personas que lo usarán.
La instalación puede ser de casi cualquier tamaño (mostrador en aeropuertos, iglesias, teatros, cafeterías, cines, etc.)
Su funcionamiento es el mismo en cualquier país, por lo que el turismo es uno de sus grandes beneficiarios.
Su coste es pequeño comparado con los sistemas de megafonía tradicionales y su efectividad es muy alta, siempre que el usuario esté en el interior de la zona del bucle magnético.
Como no es un sistema en el que la señal viaje por el aire en forma de sonido, sino por el cable del bucle mediante un campo magnético, está exenta de interferencias, reverberaciones y otros sonidos.
Hay una señalética específica de este tipo de instalaciones, que avisan al usuario que puede poner su audífono en posición "T”, para usar el sistema.
También existen sistemas de bucles individuales, para que el usuario los conecte a su MP3, al sistema de traducción simultánea o a las audioguías de museos y exposiciones. Permiten no tener que quitarse los audífonos para ponerse unos auriculares estándar, y de esta forma el usuario no tiene que renunciar a la amplificación y ecualización de sus audífonos, calibrados para su pérdida.
Si desea más información pregunte a su audioprotesista, él mejor que nadie le aconsejará acerca de estos dispositivos y otros productos específicos adecuados para su pérdida.